“El día que elegí confiar, volví a encontrarme”

Crónica del VI Encuentro Vivencial “Confiar para SER” – Cuesta Blanca, 2025

Lo que quizás vos también necesitás leer

Sabemos que no todos pudieron estar.
Y que quizás estás del otro lado de esta pantalla preguntándote si podrás volver a confiar,
si habrá un espacio donde no haga falta explicar tanto,
donde simplemente puedas ser.

Y por eso te decimos esto:

, existe ese lugar.
, se puede volver a confiar.
Y sí, hay una comunidad humana que no te pide que llegues perfecta ni perfecto,
solo que llegues con ganas de encontrarte.

Por eso hoy te queremos contar lo que vivimos.
No para mostrar algo desde afuera,
sino para que vos también puedas sentir que esto puede ser tuyo.

Porque hay cosas que no se pueden contar del todo…
Pero aún así, nos urge escribirlas. Nombrarlas.
Dejar que algo de ese fuego siga latiendo en nosotras
y en quienes —quizás— aún no se animaron a acercarse.

🌿 No fuimos las mismas que llegamos

Este año, la consigna fue poderosa: Confiar para SER.
Y nosotras, como comunidad, respondimos al llamado.
Cada una desde su lugar, desde sus procesos, con sus miedos, sus deseos y su historia.

Nos encontramos en Cuesta Blanca, Córdoba, en una reserva natural protegida,
donde el río nos recibe, las montañas nos abrazan y el tiempo se afloja.
Cuesta Blanca nos ofreció días maravillosos, con sol radiante, aire sanador, lluvia suave,
el canto de los pájaros y ese aroma inconfundible a vegetación viva.
Un entorno que invita al alma a bajar, al cuerpo a habitarse y a los vínculos a nacer.

Cecilia, entre risas, lo resumió con una espontaneidad que no pudo ser más precisa:

“¡El clima, los talleres, los encuentros… y LA COMIDA! Todo fue maravilloso.”

Allí compartimos talleres, rondas, risas, llantos, caminatas, palabras suaves y otras intensas.
Compartimos mate y silencios. Cuerpos y memorias.
Nos compartimos enteras, como sólo puede hacerse cuando hay espacio seguro para SER.

Desde el primer momento, fuimos entrando en sintonía.
Claudia, Laura y Lore nos dieron la bienvenida con una apertura amorosa,
donde no solo nos presentamos, sino que construimos juntas una red simbólica de confianza, un hilo colectivo que nos sostuvo durante toda la convivencia.

Fue el primer gesto de ese entramado invisible que fue conteniéndonos y adaptándose con flexibilidad y entusiasmo a lo que cada una traía.
Y así comenzó el viaje…

🔥 Cuando lo invisible se vuelve tangible

Alejandra escribió una frase que nos sigue resonando:

Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor de un fuego, nacen fuerzas, crecen magias, arden brasas… que gozan, festejan, curan, recomponen, inventan, crean, unen, desunen, entierran, dan vida, refunfuñan, se conduelen.”

Y eso fue exactamente lo que pasó.
Nos reconocimos.
Nos elegimos.
Nos vimos sin máscaras.
Y desde ahí, nos animamos a confiar.

El primer taller, Archipiélagos Sonoros, fue clave para esa apertura sensible.
Nos permitió conectar con nuestros apoyos internos, reconocer cómo nos vinculamos con nuestros sentidos
y qué nos pasa cuando alguno se ve afectado o limitado.

Fue un ejercicio profundo de escucha, entrega y confianza en lo que no siempre se ve…
pero sí se siente.

En cada círculo, en cada mirada sostenida,
en cada testimonio que hizo nudo en la garganta o soltó una carcajada,
fuimos reafirmando que no hay crecimiento sin comunidad.

🌱 Lo que nos llevamos y te queremos compartir

A veces, confiar no es un acto espontáneo, sino un proceso.
Y en este encuentro, todas pudimos vivirlo.

Así, poco a poco, lo que sentimos empezó a encontrar palabras.
Testimonios que no solo relatan, sino que sostienen y reflejan lo que muchas estamos atravesando.

Como dijo Silvia:

“Sigo resonando con todo lo vivido… con cada charla, con cada compartir, con cada una.”

Mariela nos dejó un aprendizaje que se convierte en legado:

“La confianza se da, se construye y se gana. En un entorno libre de amenazas, nos vinculamos para confiar, y confiamos para vincularnos en un proceso recíproco y equilibrado entre el dar y el recibir… Y así fuimos compartiendo 4 días maravillosos, donde nos entregamos a confiar… y hoy, con una renovación interna, volvemos a nuestros lugares, con el corazón lleno de amor y gratitud.”

Claudia DM, abrazada por la emoción, expresó con claridad lo que veníamos sintiendo todas:

“Todavía estoy decantando tanta experiencia vivida… Cada vez me siento más en casa. De todas me llevé algo.”

Silvina V., con la chispa encendida, lo puso en palabras:

“Sigo sacando cosas en limpio… me vine con mucho amor recibido. Gracias por la hermosa energía que vivimos. Un grupo humano hermoso.”

Y María resumió con dulzura algo que muestra que el “encuentro” es un proceso que va más allá de vivenciar talleres:

“Disfruté cada uno de los momentos, de las charlas, de las caminatas, de las comidas, de los encuentros… Un disfrute pleno y lleno de alegría. Y las extraño.”

En una cultura que nos enseña a protegernos, a controlar, a cerrarnos por miedo,
vivir esta entrega fue una revolución emocional silenciosa.

💫 Talleres y espacios que te transforman

Durante los cuatro días, facilitadoras comprometidas y amorosas
nos acompañaron con propuestas vivenciales profundas:

🎶 Silvina compartió su historia de vida a través de la música: canciones que compuso y que se transformaron en melodías para sanar.
🎭 Silvia y Analía nos llevaron al corazón del Psicodrama y al trabajo con los Guardianes Elementales, despertando símbolos y memorias propias y colectivas.
🔄 Daniela nos guió en un ejercicio profundamente movilizante sobre la confianza y los vínculos.
📖 Ludmila presentó su libro como quien entrega una parte de su camino, con humildad, verdad y presencia viva.
🌀 Cecilia nos llevó al cuerpo, al sistema fascial, al sostén interno. A ese entramado que sostiene más de lo que imaginamos. (Conocerlo para confiar)
💬 Verónica nos dejó una pregunta que aún resuena: ¿Vincularnos para confiar o confiar para vincularnos?
👂 Mariela nos propuso escucharnos como acto de entrega: Escuchar para confiar, confiar para escuchar.
🤲 María nos ofreció un espacio personalizado para que cada una pueda trabajar lo propio

Cada taller fue un espacio de conexión.
Con nosotras mismas. Con las otras. Con lo invisible.

💛 Un encuentro que no termina

Hoy, ya de regreso a nuestras ciudades, nuestras rutinas, nuestras vidas,
sentimos que algo quedó distinto.

Como si en nosotras, ahora, hubiera una voz nueva que susurra:
“Confiá… estás siendo.”

Nos quedamos con los abrazos.
Con las palabras que nos hicieron llorar (de emoción o de verdad).
Con las risas que curan.
Con los aprendizajes que no se enseñan, pero se transmiten.
Y con el anhelo del próximo encuentro.

Así lo fuimos compartiendo cada una desde su lugar…

Diana, desde Colombia, lo dijo así:

“Con un montón en el corazón… gracias por ser ancla y alas al mismo tiempo.”

Verónica H. agregó:

“Volví con fuerzas renovadas.
Sumo la esperanza y el anhelo del próximo encuentro con todas y cada una de las compañeras de este bello viaje.”

Y también Elvira, con una frase que abrazó a muchas:

“Ese amor cálido… es una buena medicina. Todavía estoy procesando, pero me traje alivio y mucho para sanar.”

🌸 Gracias por confiar y SER y a vos que llegaste con tu lectura viviendo con nosotras esta experiencia hasta aquí…

Gracias a cada una por poner el cuerpo, por abrir el alma, por elegir venir.
Gracias por confiar, por soltar, por mirar a los ojos.
Gracias por ser parte de esta tribu diversa, rica, potente, que sigue creciendo.

Esto que vivimos no se archiva. Se integra.
Y se sigue compartiendo, en comunidad.

Seguimos en vínculo.
Seguimos creciendo, acompañándonos, tejiendo red.

Porque la invitación que te hacemos desde Enfoques Humanísticos
no es solo formarse.
Es construir una forma de habitar la vida.

🌿 Porque para acompañar los procesos humanos,
necesitamos más que teoría: necesitamos haberla vivido.
Sentir en el cuerpo lo que decimos con palabras.
Y confiar, de verdad, en la potencia del encuentro humano.

Con amor,
El equipo de Enfoques

Galería de imágenes

Te compartimos más imágenes de diferentes momentos que construimos juntas…